La Democracia es la forma de gobierno donde las decisiones tienen su origen en el pueblo, bien mediante mecanismos de participación directa -referendum o plebiscito- bien a través de mecanismos de participación indirecta -representantes libremente elegidos-.

Para elegir a esos representantes, se establece un mecanismo electoral cuyas normas serán reguladas mediante una ley: la ley electoral.

Esta Ley, a su vez, se enmarca dentro de los límites que establece otra norma de rango superior: La Constitución.

Esta es la teoría. Aparentemente, intachable.

¿PERO, CUÁL ES LA PRÁCTICA?

• Los ciudadanos NO decidimos cuál debe ser la fórmula para elegir a nuestros representantes: son nuestros propios representantes quienes la definen; siempre, en su propio beneficio.
• Los ciudadanos NO decidimos quién va a representarnos en ésta u otra institución: son los partidos quienes deciden quién va en su lista y quién se queda fuera de ella.
• Los ciudadanos NO somos iguales ante la ley electoral: en unas zonas de España un ciudadano es un voto y en otras un ciudadano cuenta como la séptima parte del mismo.
• Los ciudadanos que votan en blanco NO cuentan en el reparto de escaños: si les corresponde alguno, se lo repartirán entre el resto de partidos electos.
• Los ciudadanos que ejercen su derecho de realizar un voto nulo, como mero mecanismo de protesta democrática, ven como su protesta nunca tiene efecto.
• Los ciudadanos, a través de nuestro voto, no decidimos quién obtiene más o menos representación popular: son los partidos, a través de su Ley electoral, quienes determinan que:



-El PNV precise 50.000 votos para obtener un escaño en el Parlamento, mientras que Izquierda Unida precise 500.000.

-El PP o el PSOE necesitan alrededor de 60.000 votos para el mismo escaño que a UPyD le cuesta 300.000.


• Los ciudadanos, con nuestro voto, NO decidimos quién va ser nuestro presidente, nacional o autonómico: son los partidos, gracias a los pactos que firman a espaldas de nosotros, quienes lo deciden.
• Los ciudadanos, con nuestro voto, NO damos carta blanca a los partidos para que comprometan los intereses de todos nosotros en beneficio de los suyos; pero ellos lo hacen: se alían con cualquier partido, nos cueste lo que nos cueste a los ciudadanos, a cambio de la estabilidad de su gobierno.

Los ciudadanos, por tanto, no elegimos con nuestro voto a quienes nos van a representar politicamente: lo único que hacemos es elegir a un partido político.

Además, si queremos que ese partido tenga opción de gobierno, la lista se nos reduce a dos, en el caso nacional, y a tres o cuatro en el caso autonómico.

LA RETÓRICA DE QUE LA SOBERANÍA RESIDE EN EL PUEBLO,
SE REDUCE A:

• Vota PP o PSOE.
• Vota a un partido nacional o a uno autonómico.
• "Y del resto, ya nos ocupamos los políticos".

• Ellos determinarán: si nuestro voto vale "1" o la "0,0001" parte de un voto.
• Ellos determinarán: quiénes irán en la lista junto a nuestro candidato.
• Ellos determinarán: quién gobierna y quién se aprovecha del gobierno.
• Ellos determinarán: cuántos votos necesita cada uno para tener un escaño.
• Ellos determinarán: cómo se reparten los votos en blanco.
• Ellos determinarán: quién manejará los hilos de la Justicia.
• Ellos determinarán: que las cabinas electorales no sean obligatorias.
• Ellos determinarán: quién puede convocar un plebiscito o referendum.
• Ellos determinarán: que nuestro voto es inamovible hasta que no se convoquen nuevas elecciones, mientras que las promesas que ellos nos han hecho son siempre marketing vacío de campaña.
• Ellos determinan: que los pactos de gobierno se anuncien solo después de que se cierren las urnas, para poder negociar con el voto de los ciudadanos de espaldas a ellos.
• Ellos determinarán: si los bancos pueden, o no, condonar las millonarias deudas que los partidos contraen en las campañas electorales...

 

 

HIGIENE DEMOCRÁTICA
Propone

 

 

1. Listas abiertas, con circunscripciones inferiores a 100.000 electores, y donde el candidato gane por mayoría absoluta: como se hace, por ejemplo, en EEUU, Inglaterra o Francia.

2. Circunscripción única: un ciudadano un voto.

3. Aumento a 400 los escaños del Congreso.

4. Lista más votada o segunda vuelta.

5. Plebiscitos sobre los asuntos que afectan a la mayoría.

6. Moción de censura ciudadana.

7. Senado: auténtica cámara de representación territorial. Si se acuerda seguir con esta cámara.

8. Aumento del mínimo de votos a nivel nacional para acceder al Congreso.

9. Regulación de la información de la campaña electoral.

10. Regular el voto emigrante e inmigrante.

11. Voto en blanco dentro del reparto de escaños.

12. Reducción del gasto de las campañas.

13. Evitar el empadronamiento de conveniencia.

14. Uso obligatorio de las cabinas electorales.

15. Elecciones al poder judicial (ver apartado de justicia).JUSTICIA.

16. Especificar los pactos de gobierno durante la campaña electoral y asumir todas sus consecuencias.

17. Exigir el refrendo popular a todo cambio en la Ley electoral.

18. Derogación del artículo 169.3 de la última reforma de la Ley electoral, Enero 2011, que impide el legítimo acceso de los partidos minoritarios al proceso electoral.

 

HD propone, además, implicar a los ciudadanos en la toma de decisiones políticas, tanto facilitando fórmulas jurídicas existentes como promoviendo otras de nuevo cuño.

* Plebiscito. El pueblo elige «por sí o por no» sobre una propuesta política.
* Referéndum. El pueblo concede o rechaza la aprobación de una Ley.
* Iniciativa popular. Un grupo de ciudadanos -inferior al actual- puede proponer la sanción o derogación de una ley, además de hacerlo de manera efectiva: en 30 años de Democracia solo han prosperado dos iniciativas populares, ambas respaldadas, a priori, por alguno de los partidos mayoritarios. La actual fórmula no sirve.
* Moción de censura popular. Mediante este procedimiento, la mayoría de los ciudadanos podrán destituir a un representante electo antes de que finalice su período. Mecanismo que evita políticos acantonados en el poder en contra de la mayoría de los ciudadanos y gracias a las concesiones que son capaces de hacer a partidos minoritarios.