Uno de los pilares fundamentales de toda Democracia, reside en garantizar la separación de poderes.

En una democracia de partido, por el contrario, se acostumbra a teatralizar esta separación de poderes de cara al público, mientras los poderes Legislativo y Judicial, de espaldas al pueblo, se ponen al servicio del Ejecutivo (Gobierno).

La reforma que promueve HIGIENE DEMOCRÁTICA pretende acabar con los abusos que todos los políticos han cometido en 30 años de Democracia.

Todos los hilos de la Democracia se mueven a partir de un gobierno, autonómico o central.

Por esa razón, todas las reformas que se exponen en esta página güeb, y que forman parte de la reforma política que propone H.D., suponen un cambio radical en la forma de ejercer el poder por los distintos gobiernos.

PARTIDOS POLÍTICOS.

COMUNIDADES AUTÓNOMAS.

SINDICATOS.

JUSTICIA.

DESPILFARRO DE FONDOS PÚBLICOS.

SISTEMA ELECTORAL.

SUBVENCIONES.

CORRUPCIÓN.

EDUCACIÓN.

CONSENSO POLÍTICO.

Etc...

HIGIENE DEMOCRÁTICA
Propone

QUE EL GOBIERNO, ADEMÁS DE ASUMIR TODOS LOS CAMBIOS EX

PUESTOS EN ESTAS MATERIAS, DEBERÁ AFRONTAR, EN SU ÁMBITO, LOS SIGUIENTES...

1. Al igual que cualquier persona de la vida pública o privada, los miembros del Gobierno, en calidad de representantes de todos los españoles, deberán cumplir una serie de requisitos de mérito y capacidad.

- H.D. entiende que no es razonable que siendo el país con más licenciados per cápita de Europa, con una Administración sobredimensionada de funcionarios, altos cargos y universitarios, enviemos a una persona sin estudios, y sin dominar ninguna lengua extranjera, a representarnos en organismos internacionales.

2. Tampoco es razonable que durante las campañas electorales, donde se menosprecia e insulta al contrario, el Gobierno, que representan a todos los españoles, se implique de forma activa con el partido que lo sostiene.

- H.D. propone que la implicación de un Gobierno en una campaña se limite a su mera presencia.

3. Tampoco es razonable que los costes derivados de los actos de campaña por los miembros del Gobierno, salgan de las arcas públicas.

- H.D. propone que estos gastos sean asumidos por su propio partido, incluidos los desplazamientos del presidente del Gobierno.

4. Tampoco es razonable que un Gobierno, sin tener urgencia ni necesidad, legisle sobre asuntos que además de afectar a una mayoría no lo llevaban en su programa electoral.

- H.D. propone obligar a los gobiernos a cumplir sus promesas y su programa electoral, sin salirse de lo programado a no ser que sea una materia calificada como: "de Estado, de urgencia o de necesidad".

5. Tampoco es razonable que el Gobierno sea el único que pueda decir cuando sí y cuando no se puede manifestar el pueblo sobre una decisión política.

-H.D. propone ampliar los supuestos de convocatoria de plebiscito y referendum; así como convocarlos, al menos, una vez cada dos años, para que el ciudadano pueda expresar su opinión sobre distintos asuntos al mismo tiempo.

6. Tampoco es razonable que el fiscal general del Estado eche gasolina al fuego de cualquier asunto judicial en el que esté implicada la oposición y, por el contrario, vierta la arena del camino en todas aquellas en las que están implicados miembros del partido en el Gobierno.

-H.D. propone, dentro de la reforma de la Justicia, elecciones generales al poder judicial, donde el Fiscal general dependerá del CGPJ y será elegido por los ciudadanos.

7. Tampoco es razonable que las Delegaciones del Gobierno utilicen su competencia de seguridad ciudadana para hacer política de partido.

-H.D. propone que esta competencia garantice, mediante un mecanismo que impida el control pleno del Gobierno, su independencia, justicia y equidad.

8. Tampoco es razonable que los altos cargos de la Administración se multipliquen sin sentido, o que sean designados en puestos que transciendan las legislaturas.

- H.D. propone prohibir opositar a plazas fijas a altos cargos nombrados por libre disposición, ni al desempeño, bien directamente o por persona interpuesta, de cargos en empresas concesionarias o contratistas de la Administración.

Además de consensuar el número de altos cargos, de personas de libre designación, de asesores de los políticos, por competencia y ciudadano.

9. No es tampoco razonable que un gobierno en funciones adquiera compromisos que impliquen presupuesto o decisiones de importancia y transcendencia. (El alcalde de Getafe, Pedro Castro, por ejemplo, un día antes de dejar su cargo, firmó un contrato para su Ayuntamiento por un coste de 700.000 euros; o el presidente saliente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, unos días después de perder las elecciones, ha firmado un contrato por 58 millones de euros, a pagar durante 100 años. H.D. entiende que estas prácticas no son razonables).

-H,D. propone evitar las contrataciones desde el momento que se convoquen elecciones, así como hacer cumplir la ley que ya existe en este ámbito.

10. Tampoco es razonable que solo existan mecanismos jurídicos, y por tanto siempre a posteriori, para hacer frente a los gobernantes que, durante su periodo en funciones, hagan desaparecer documentación oficial para encubrir prácticas irregulares o ilícitas.

- H.D. propone que la Administración disponga de un sistema de doble seguridad, que garantice:

a. Que toda actividad tenga su reflejo documental.

b. Que esa documentación se archive de forma segura, sin posibilidad de enmiendas o pérdidas futuras.

c. Que al mismo tiempo que dicha Administración archive esa documentación, exista un mecanismo (sowftware) paralelo, independiente, automático y seguro, que archive informáticamente una copia de dicha documentación.

11. Tampoco es razonable que los politicos, municipales, autonómicos o estatales, se suban el sueldo sin ningún baremo, endeuden a sus ciudadanos sin ningún freno y se gasten más de lo que existe en sus arcas públicas.

-H.D. propone establecer el sueldo de todos los políticos de España, sin excepción, por medio de unas tablas, en virtud de población, responsabilidad, etc...; para evitar que un alcalde de un pueblo de 800 habitantes gane lo mismo que un secretario de Estado, o que el aumento de sueldo dependa solo del capricho del político de turno.

12. No es razonable que personas que nunca han demostrado sus habilidades o valía en la vida privada se acantonen, gracias a los servicios que realizan para un partido político, en puestos, directos e indirectos pero nunca ligados a la confianza de los ciudadanos, sustentados con fondos públicos.

-H.D. propone limitar el número de años que estas personas pueden cobrar de la Administración sin ser funcionarios de carrera ni representantes de los ciudadanos, computando tanto los puestos como el tiempo en los que presten sus servicios.

13. Tampoco es razonable que un político, con responsabilidad de gobierno, ejerza sus funciones de forma claramente perjudicial para los intereses de sus ciudadanos -aunque su ejercicio irresponsable no conlleve beneficio propio-, sin que exista para ello un mecanismo que pueda frenarlo, disuadirlo o impedirlo. Todos somos responsables con nuestros recursos. Un político, con los de sus ciudadanos, no puede ser menos responsable que con los suyos propios. La ausencia de este mecanismo, además, supone una peligrosa carta blanca para cualquier político con responsabilidad de gobierno.

-HD propone estudiar una fórmula jurídica que permita implantar la responsabilidad civil de los políticos en cualquier gobierno, asumiendo, como es obvio, todas las garantías.

14. Pero si hay algo que no es en absoluto razonable, es que en situaciones especiales, con un gobierno a la deriva, sostenido por partidos nacionalistas o minoritarios, en beneficio de ambos pero en claro prejuicio de todos los españoles, no exista una fórmula que devuelva, antes de que se acabe la legislatura, la soberanía al pueblo español.

H.D. propone establecer una moción de censura popular. Con todas las garantías. Con todas las precauciones. Con todo lo que se quiera. Pero efectiva.